SOBRE MÍ
ANA BLANCO GARCÍA
Licenciada en Psicología por la Universidad Autónoma de Madrid. Psicóloga colegiada M-27638.
Especialista en Psicología Clínica por la Universitá degli Studi di Firenze (Italia).

Psicoterapeuta Gestalt (Titulación trienal, en Grupo Quatro, Madrid).
Terapeuta Familiar y de Pareja (Titulación trienal, en Grupo Zurbano de Terapia Familiar, Madrid).
Primer año como Especialista en Psicoterapia y Psicodrama (Escuela Oficial de Psicodrama, Madrid).
Psicoterapeuta individual, familiar y grupal en proyectos de desarrollo comunitario (Italia, Brasil, México)
Psicoterapeuta de niñ@s y adolescentes.
Formadora y ponente en materia de prevención de drogodependencias y abordaje comunitario de otras conductas de riesgo en la adolescencia (Ministerio de Sanidad Servicios Sociales e Igualdad y Federación Española de Municipios y Provincias, España).
Formadora de agentes tutores y mediadores comunitarios en prevención, detección y abordaje de conductas de riesgo en la adolescencia.
Con más de quince años de experiencia en Psicoeducación e Intervención Social con adolescentes y familias.
Redactora de diversas publicaciones, abordando temáticas asociadas a menores-familias y agentes comunitarios (en colaboración con el Ayuntamiento de Madrid, el Ministerio de Sanidad Servicios Sociales e Igualdad y la Federación Española de Municipios y Provincias).
Desde hace más de quince años compagino mi trabajo de psicóloga clínica con la docencia y publicación de documentación sobre intervención con familias y menores en riesgo psicosocial.
MI CAMINAR
Una día me soñé viajando y buscando otras formas de mirar y ser mirada,
me soñé cruzando ríos verdes y mares de estrellas,
me soñé descalza, libre, con unos pulmones gigantes para respirar la vida,
soñé mi propio descubrimiento, y lloré, reí y bailé hasta caer rendida ante mis verdades,
me soñé acompañando a otros en su caminar,en sus llantos, sus risas y sus bailes,
y soñé que todos podían soñarse más plenos, más vivos, más despiertos,
hasta que me di cuenta de que los sueños siempre han sido hermanos de los faros,
y que cuando cerramos los ojos y aflojamos las manos,
los faros se encienden y comienzan a dibujar pasos.
A. B.